Narra una leyenda que la Virgen se apareció en la noche del 5 de agosto del 352 al Papa Liberio y a un patricio romano, y los invitó a construir una iglesia en el lugar en donde encontraran nieve (agosto en Roma es un mes de mucho calor). El 6 de agosto, por la mañana, se encontró una prodigiosa nieve que cubría el área exacta del edificio, y esto habría confirmado la visión. Entonces, el Papa y el rico patricio decidieron dar vía libre a la construcción del primer gran santuario mariano, el cual se llamó de Santa María “ad nives” (es decir, “de las nieves”). Un siglo después, el Papa Sixto III, para recordar la cele­bración del Concilio de Éfeso (431), en el que había sido proclamada la maternidad divina de María, reconstruyó la iglesia que es la actual basílica, en cuanto a sus dimensiones. La Basílica Papal de Santa María la Mayor es una auténtica joya de belleza cuyo valor es inestimable. En su interior presenta algunos detalles por los que destaca respecto a las demás basílicas: en primer lugar, los mosaicos de la nave central y del arco triunfal del siglo V d.C. fueron realizados durante el pontificado de Sixto III (432-440), mientras que, los del ábside fueron realizados, por orden del Papa Nicolás IV (1288-1292), bajo la dirección del fraile franciscano Jacopo Torriti. La pavimentación de tipo “cosmatesco” fue donada por los caballeros Scoto Paparone e hijo en el 1288, el techo artesonado de madera dorada es un diseño de Giuliano San Gallo (1450); el belén del siglo XII, de Arnolfo de Cambio; el Altar mayor fue realizado por Ferdinando Fuga y sucesivamente enriquecido con otras decoraciones por el genio Valadier; y la Reliquia de la Sagrada Cuna y el baptisterio fueron las obras de más reciente elaboración. Todos los años, el día 5 de agosto se recuerda el “Milagro de la nieve” con una solemne celebración. Ante la mirada conmovida de muchos fieles una cascada de pétalos blancos desciende desde el techo. El Papa Juan Pablo II, el 8 de diciembre del 2001, inauguró otra perla preciosa de la basílica: el Museo. La celebración litúrgica de la dedicación de la basílica entró en el calendario romano en el año 1568.

AdministradorSantosNarra una leyenda que la Virgen se apareció en la noche del 5 de agosto del 352 al Papa Liberio y a un patricio romano, y los invitó a construir una iglesia en el lugar en donde encontraran nieve (agosto en Roma es un mes de mucho calor). El...Tu adoración diaria al Santísimo - Manual de oración y formación católica