Archivo para Lecturas
Lectura del libro del Deuteronomio 26, 16-19
Serás el pueblo santo del Señor, tu Dios Moisés habló al pueblo, diciendo: «Hoy el Señor, tu Dios, te manda que cumplas estos mandatos y decretos. Acátalos y cúmplelos con…
Lectura de la profecía de Ezequiel. 18, 21-28
¿Acaso quiero yo la muerte del malvado, y no que se convierta de su conducta y viva? Esto dice el Señor Dios: «Si el malvado se convierte de todos los…
Lectura del libro de Ester 4, 17k. l- z
No tengo más defensor que tú En aquellos días, la reina Ester, presa de un temor mortal, se refugió en el Señor. Y se postró en tierra con sus doncellas…
Lectura de la profecía de Jonás. 3, 1- 10
Los ninivitas habían abandonado el mal camino El Señor dirigió la palabra a Jonás: «Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje…
Lectura del libro del Levítico 19, 1-2. 11-18
Juzga con justicia a tu prójimo El Señor habló así a Moisés: «Di a la comunidad de los hijos de Israel: "Sean santos, porque yo, el Señor, su Dios, soy…
Lectura del libro del Deuteronomio 26, 4-10
Profesión de fe del pueblo elegido Moisés habló al pueblo, diciendo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias de todos los frutos y la pondrá ante…
Lectura del libro de Isaías 58, 9b-14
Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuvo, brillará tu luz en las tinieblas Esto dice el Señor: «Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando…
Lectura del libro de Isaías 58, 1-9a.
Este es el ayuno que yo quiero Esto dice el Señor Dios: «Grita a pleno pulmón, no te contengas; alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus…
Lectura del libro del Deuteronomio 30, 15-20.
Mira: yo les propongo hoy bendición y maldición Moisés habló al pueblo, diciendo: «Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Pues…
Lectura de la profecía de Joel 2,12-18
Rasguen sus corazones, no sus vestidos Ahora ─oráculo del Señor─, conviértanse a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos; rasguen sus corazones, no sus vestidos, y conviértanse al…