Después que Natán habló a David, el rey fue a presentarse ante el Señor y dijo:        «¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me ha­yas hecho llegar hasta aquí? ¡Y, por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de tu siervo una promesa para el futuro, mientras existan hombres, mi Señor! Has establecido a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siem­pre, y tú, Señor, eres su Dios. Ahora, pues, Señor Dios, mantén siem­pre la promesa que has hecho a tu siervo y su familia, cumple tu palabra. Que tu nombre sea siempre famoso. Que digan: “¡El Señor de los ejércitos es Dios de Israel!” Y que la casa de tu siervo David permanezca en tu presencia. Tú, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, has hecho a tu siervo esta revelación: “Te edificaré una casa”; por eso tu siervo se ha atre­vido a dirigirte esta plegaria. Ahora, mi Señor, Tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siem­pre en tu presencia; ya que Tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre ben­dita la casa de tu siervo.» «Palabra de Dios. Te alabamos Señor»

SALMO RESPONSORIAL

Sal 132 (131), 1-2. 3-5. 11. 12. 13-14

R/. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.

Señor, tenle en cuenta a David todos sus afanes: cómo juró al Señor e hizo voto al Fuerte de Jacob. /R.

«No entraré bajo el techo de mi casa, no subiré al lecho de mi descanso, no daré sueño a mis ojos, ni reposo a mis párpados, hasta que encuentre un lugar para el Señor, una morada para el Fuerte de Jacob.»  /R.

El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará: «A uno de tu linaje pondré sobre tu trono.» /R.

«Si tus hijos guardan mi alianza y los mandatos que les enseño, también sus hijos, por siempre, se sentarán sobre tu trono.» /R.

Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella: «Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo. /R.

EVANGELIO

La medida que uséis la usarán con vosotros.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 4, 21-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.» «Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús»

 

TeólogoLecturas  Después que Natán habló a David, el rey fue a presentarse ante el Señor y dijo:        «¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me ha­yas hecho llegar hasta aquí? ¡Y, por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de...Tu adoración diaria al Santísimo - Manual de oración y formación católica