Misioneros de la Juventud celebran cuatro décadas de evangelización

La asociación, fundada en 1985, ha dedicado cuatro décadas a acercar el sacerdocio y la espiritualidad a los jóvenes a través de diversas iniciativas apostólicas en varias ciudades del país y en Estados Unidos.
La Asociación Misioneros de la Juventud cumplió 40 años de labor evangelizadora el pasado 15 de agosto. Desde su establecimiento en 1985, la institución ha tenido como propósito central acercar el sacerdocio, la misión y la espiritualidad a las nuevas generaciones.
Este objetivo se materializa a través de ocho líneas apostólicas: retiros espirituales, voluntariados, escuela de contemplación, misión y discernimiento, trabajo con las familias, siembras, senderismo y una escuela de liderazgo político. Este abanico de iniciativas busca conectar con los jóvenes desde múltiples perspectivas y actividades.
Actualmente, la asociación tiene presencia en Armenia, Florencia, Sonsón-Rionegro, Fusagasugá, Bogotá y Estados Unidos. Está conformada por 70 miembros, que incluyen 11 sacerdotes, 9 laicos y otros servidores distribuidos en cuatro apostolados principales: Familias Misioneras, Voluntariado Juvenil Misionero, Escuela de Contemplación y Sembradores. Su labor colectiva mantiene viva la vocación religiosa entre la juventud.
La semilla que da fruto
Los orígenes de la obra se remontan a 1939, de la mano de monseñor Jorge Murcia Riaño, quien fundó la Compañía de San Juan para trabajar por los jóvenes y las mujeres. En este esfuerzo, conoció al padre Luis María Fernández, con quien entabló una fuerte amistad y una sociedad de trabajo que se prolongó hasta la muerte de monseñor Jorge en 1944.
El padre Luis María decidió continuar con la labor y construyó la Central de Juventudes Junior Club, iniciativa que tuvo un gran éxito. En 1984, este proyecto se transformó en la Asociación de Misioneros de la Juventud para agrupar bajo un mismo nombre las diversas iniciativas que se venían realizando. El padre Luis María falleció antes de que la asociación se estableciera completamente.
A lo largo de los años, la organización fue creciendo bajo el ala de monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, abriendo sedes en diferentes partes del país; atendiendo y guiando a innumerables jóvenes, a monseñor Ismael rueda, actual arzobispo de Bucaramanga.
El gozo de evangelizar
Para los misioneros, ser parte de esta labor es una experiencia profundamente enriquecedora. Muchos aseguran que pertenecer a la asociación transformó sus vidas, ayudándoles a superar momentos oscuros y a acercarse a Dios.
En el marco del aniversario, varios miembros compartieron sus testimonios, destacando la alegría de llevar la palabra y el enorme enriquecimiento espiritual que reciben.
Para Paula Sora, otra integrante, encontrar la asociación durante la pandemia de COVID-19 fue un punto de inflexión. “Soy misionera de la juventud, misioné en Fusagasugá y acá en Bogotá, en el cerro de la Mariposa. Gracias a Dios, encontré la asociación en pandemia, eso me salvó la vida, literalmente. Encontrar la fe en otros jóvenes menores y mayores que yo fue increíble. Es una experiencia de vida y de fe asombrosa”, afirmó.
Una invitación a sumarse
Al celebrar sus cuatro décadas, los misioneros extienden una invitación abierta a todos los que deseen unirse a su causa. La invitación la resume la misionera Paola López con una exhortación:

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