En la lectura del profeta Ezequiel, se manifiesta una cierta murmuración del proceder del Señor. El mismo Señor dice que la paga del injusto es la muerte, en cambio, vivirá el que practica la justicia y se convierte de sus delitos. El salmo 24, en su estribillo responsorial, dice: «la misericordia del Señor es eterna» (Sal 24 [25], 6), ¿cómo dudarlo?, pues la entrega de Él en la cruz, a cambio de nuestra redención, lo dice todo. En la segunda lectura, Pablo se dirige a los filipenses y los exhorta a mantenerse unidos en un mismo amor y sentir en Jesucristo, y a permanecer en humildad. Pues les recuerda que Cristo, a pesar de su condición divina, no fue arrogante, al contrario, se despojó de todo su rango y permaneció como el servidor de todos. Además, resalta que dicha postura de Jesús ha permitido que el Padre lo exalte sobre toda creatura e insiste que se le reconozca su señorío universal para que se dé gloria a Dios todopoderoso. El Evangelio de San Mateo nos pone en la realidad de nuestras propias decisiones. En ocasiones, estamos convencidos de hacer las cosas según el proyecto de Dios, pero otras veces nos terminamos alejando de Él. Entonces, parece que entramos en el dilema como el apóstol Pablo: «hago las cosas que no quiero y no hago lo que debo de hacer» (Rom 7, 14-15). A veces, las encrucijadas en nuestra vida son el pan de cada día, ¡pero conviene hacer un alto! Es mejor no prometer si no se está seguro y, peor aún, si sólo se da un sí por aparentar. Por eso, el Señor coloca esta parábola, que nos enseña la importancia de proceder con rectitud frente a nuestro compromiso cotidiano y lo negativo que es emprender grandes proyectos egoístas, esto es, sin contar con la ayuda de Dios. Vivir sin coherencia de vida en la fe es lo mismo que quedarnos a la orilla del camino, sin avanzar y nunca poder llegar a la meta. El Reino es de los valientes. ¡Decídete!

 

TeólogoSantosEn la lectura del profeta Ezequiel, se manifiesta una cierta murmuración del proceder del Señor. El mismo Señor dice que la paga del injusto es la muerte, en cambio, vivirá el que practica la justicia y se convierte de sus delitos. El salmo 24, en su estribillo responsorial, dice:...Tu adoración diaria al Santísimo - Manual de oración y formación católica